Pero vamos por partes. El dúo argentino encendió el escenario Lakeshore con una presentación explosiva, donde no faltaron los beats arrolladores, coreos al borde del delirio y una conexión magnética con la audiencia.
Su actuación fue una fiesta sin frenos: desde el primer tema hasta el último, lograron que nadie se quedara quieto. Tras su show en House of Blues, esta aparición en Lollapalooza fue una consagración en tierras estadounidenses.
Por su parte, Doechii deslumbró con una performance impecable que combinó rap y melodías atrapantes. Con una estética afilada y un dominio total del escenario, se posicionó como una de las revelaciones más potentes del festival.