Desde las líricas, en su mayoría producto de la pluma del artista plástico Roberto Jacoby, Virus ahondaba en una sensualidad que jugaba con los límites de la ambigüedad, algo poco usual hasta el momento en el rock local.
Prueba de ello son la oda a la masturbación que resulta el gran hit «Una luna de miel en la mano», «Pecados para dos» y, especialmente, la bailable «Sin disfraz», una creación de Federico Moura como respuesta a las recomendaciones de la compañía discográfica de ocultar sus preferencia sexuales para mantener el público femenino que se acercaba por la atracción física que le generaba la figura del cantante.
La edición de este disco llevó al grupo a realizar una gira latinoamericana, lo que lo ubicó en el pelotón de artistas locales con proyección internacional conformado por Charly García, Miguel Mateos, Soda Stereo y Los Enanitos Verdes.
«Locura» sería además el penúltimo disco grabado por Federico Moura, antes de su fallecimiento en diciembre de 1988 a causa del sida, luego de completar con gran esfuerzo la placa «Superficies de placer».