“Tiene que ver con un montón de cosas, con un montón de años y una confianza. A la gente que me conoce no tengo que explicarle nada. Ya lo compró, ya está ahí. Es todo un plan en el disco y se produjo por Dios. El asistente que mezclaba pudo echar bien hacia Dios. Y a la vez los accidentes pasaban de una forma tan afortunada que los dejábamos. Entonces, bueno, lo produjo Dios. Ok, es una forma de decir... también. Es un misterio”, destacó el músico cuando lanzó el disco.
Y agregó: “Lo que estoy haciendo es tratar de llegar a la forma más pura en el disco más raro que hice. No le estamos echando la culpa al sistema, no estamos hablando mal de ningún político, no nos interesan por eso. Ahora, el mensaje, si hay un mensaje, es que todo esto va a salir y va a ir nunca. Lo cual quiere decir que nada es tan lo que parece. En todo caso, es un amor de teatro, es una obra conceptual y es un punto de vista que no mata, no duele, no tira bomba, no habla mal y deja que la gente se imagina alguna cosa”.
Las presentaciones en vivo fueron en un principio para los días 15, 16, 17 y 18 de septiembre en el Teatro Ópera. La primera fecha se suspendió porque el artista llevaba tres días sin dormir y se pasó para el lunes 19. El viernes 16 se durmió antes del amanecer, se despertó poco antes de las 21 horas y llegó al teatro Ópera antes de medianoche, casi tres horas tarde. En el escenario, García tenía un sillón, una cama, una silla de ruedas y un televisor gigante. Más allá de su banda, Charly tuvo como invitado a Juanse.