Durante parte de 2016 y 2017, y a través de Neo Pistea, se fundaron las bases del trap argentino que explotó el streaming en 2018 y puso la atención de Latinoamérica en nuestro país.
Con una computadora del plan Conectar Igualdad y un micrófono casero que “compraron entre varios”, Neo produjo sus primeros temas. Pero no solo a él, grabó a todos a sus amigos. Entre ellos, personajes como Coqeein Montana y Obiwanshot, a quienes Tony incluyó en el remix de “Tumbando el club”, hoy himno del trap argentino que reune también a Duki, Ysy, C.R.O., Cazzu, Khea, Marcianos Crew y Lucho SSJ.
“Yo grababa todo con un Cube Ace y con una página online editaba las fotos de los singles. En esa época empecé a moverme con los Basura Crew, que era algo así como el Wu-Tang de acá”. Para el desprevenido, el Wu-Tang Clan fue un colectivo de raperos que nació a principios de los noventa en Staten Island, Nueva York, y del cual salieron artistas como GZA, Ol’ Dirty Bastard y Ghostface Killah.
Poco a poco, el camino en el trap de Neo se fue profesionalizando. En 2015 fundó KMD Label junto a Mike Southside, Coqeein y el Negro Zanto, y empezaron a grabar en un estudio por Palermo donde Pistea produjo Codeína Mix Tape 2, un relato crudo y descarnado de su vida en aquel entonces, y que hoy solo se encuentra en YouTube. Al año siguiente graba junto al productor 808GOD “Elvira”; una canción clave en la popularización del trap en Argentina. No solo por superar las cien mil reproducciones en YouTube (un número casi inalcanzable en aquellos tiempos) sino porque también sirvió de puente entre Neo y las prominentes estrellas de El Quinto Escalón: Ysy A, su creador, y Duki, compositor de “No vendo trap”.
“Los traperos de acá éramos un asco para los raperos. Éramos todo lo que estaba mal, lo que no había que hacer. Que un rapero de la escuela del boom bap, que escuchaba Cypress Hill se ponga a escuchar Wiz Khalifa o A$ap Rocky… era como ‘¿Qué? No, el rap es un mensaje, no son las cadenas de oro y las fiestas. El rap es protestar, Nach Scratch, SFDK’”, cuenta y luego agrega: “El mundo del freestyle siempre nos trató así, lo único que pudo derrocar eso fue que unos freestylers se pongan a hacer trap”.