“Oscuro éxtasis es la primera muestra de una serie de letras en las que Wos relata su transformación de freestyler campeón a artista revelación –con toda la exposición que eso puede generar en tiempos de redes sociales– que, por formación y decisión, no quedó encorsetado en la etiqueta rap, como ocurre también con Nathy Peluso o Ca7riel, invitado en “Niño gordo flaco” –que tiene la base imbatible de “Praise You” de Fatboy Slim–.
Hay una evolución en sus habilidades para construir las letras: la mirada introspectiva y autorreflexiva suena expresada de una forma más clara y, sobre todo, profunda. Hay momentos de “Mirá mamá”, uno de los mejores temas del disco, en los que Wos suena como si se estuviera despellejando frente al micrófono y mostrándose en carne viva. “Será que no quiero que esto muera/ Y que se olviden de mí, si te soy sincero” o “una temporada de poner énfasis/ en entender el lado oscuro de este éxtasis/ y no es que sea frágil/ es que tengo la nostalgia con el ‘sí’ muy fácil.
En la producción, Evlay manejó los climas y ánimos oscilantes de manera natural. Estuvo presente en todo el proceso, que incluyó grabaciones en Villa La Angostura y Buenos Aires, y entendió los argumentos detrás de cada letra de Wos. Hay enojo y furia en el beat orgánico y las cuerdas de “Gato negro”, hay una dosis necesaria de grandilocuencia a lo The Weeknd en “Pared de cristal”, hay un paisaje onírico y brillante en “Lleno de zafiros”, y hay un funk para levantar después del drama en “Cambiando la piel”, con Nicki Nicole como invitada. “Estoy cambiando la piel/ sobreviviendo/ de las cenizas de ayer/ voy ya renaciendo”, canta Wos, que entregó mucho para hacer este disco y al final encontró la forma de salir del agujero interior.