La primera noche fue especial: el recital coincidió con el cumpleaños de Beto, que recibió una torta y el cariño de todo el teatro cantándole el feliz cumpleaños en pleno vivo. Una escena que convirtió el show en un festejo colectivo entre artista y público.
El segundo concierto tuvo otra sorpresa: Luz Gaggi, revelación de la música argentina, se subió al escenario para cantar junto a Beto la nueva versión de “El Duelo”. Sus voces se entrelazaron en un momento de pura intensidad que emocionó hasta las lágrimas a los presentes.
Durante ambas funciones, Cuevas desplegó un repertorio que combinó himnos como “Mentira”, “Aquí” y el propio “El Duelo”, con pasajes íntimos y versiones renovadas.
El clima se completó con una puesta en escena sobria y elegante, que priorizó la cercanía y el sonido impecable. Cada detalle (desde la iluminación hasta la interacción con sus fans) aportó a una experiencia íntima, donde cada canción se sintió personal y cercana.