Pero el lazo entre ambos creció, se fortaleció y, con los años, se convirtió en una amistad genuina. Si en aquel momento fue solo una coincidencia compartida, bastaron otras visitas y otras escenas para transformar el respeto mutuo en una relación de camaradería.
Sting y Argentina comparten una historia larga. En 1980, con The Police, el británico desembarcó por primera vez en Buenos Aires. Aquella serie de conciertos entró en la historia de la música local. El debut, en la discoteca porteña New York City, tuvo poca convocatoria, un ambiente casi íntimo, pero luego todo cambió en el Estadio Obras y en el Radio City de Mar del Plata. Entre los recuerdos imborrables de esa visita, sobresale el episodio en el que Andy Summers, guitarrista de The Police, defendió a una fan propinándole una patada a un policía que maltrataba al público. Una escena inesperada en un país convulsionado.
En 1987, Sting regresó al país, esta vez ya como solista. Allí reforzó su compromiso social, invitando a las Madres de Plaza de Mayo al escenario del Estadio de River Plate y dedicándoles “They Dance Alone”. La emoción, tanto en el público como en los protagonistas, quedó grabada en la memoria popular. El músico ratificó su sensibilidad social y la intención de acompañar las luchas por la justicia.
En la última década, Sting reforzó su cercanía con el público argentino a través de nuevas presentaciones, tanto solo como acompañado. En 2015, inauguró el estadio DirecTV Torguitas, y en 2017 volvió a llenar el Hipódromo de Palermo. Aunque su catálogo de nuevos álbumes se detuvo tras el lanzamiento de The Bridge en 2021, la expectativa por sus visitas nunca desapareció.
El círculo vuelve a cerrarse, pero esta vez el broche es distinto, definitivo: Charly García y Sting dejan atrás las fotos, la cordialidad pública y los gestos, y construyen juntos una canción que lleva el misterio de la frase “Lo estoy haciendo a mi manera”. ¿De qué tratará ese tema? ¿Qué sonidos cruzarán sus universos? ¿Logrará esta colaboración reescribir su historia compartida y resonar en las generaciones nuevas?.
La respuesta llegará en octubre, cuando lo que comenzó en un camarín porteño se convierta en música para todos.