Y no era para menos: sobre el escenario lo acompañó una orquesta de 25 músicos dirigida por Edgar Ferre, que aportó profundidad a un repertorio que adquirió una estética renovada, cercana al espíritu festivo de diciembre y a una Navidad distinta.
Así, con arreglos orquestales que potenciaron sus temas más emblemáticos, Diego ofreció un show cargado de sensibilidad, potencia y cercanía.
Hubo hits, claro. Y también tiempo para sorpresas como el tango "Nostalgias" y hasta un breve pasajes por clásicos navideños.
Todo acompañado por un artista que se entregó con todo, que no paró de hacer reír al público y que demostró que tiene bien ganado su lugar.