Jorge Drexler explicó que la canción nació durante una charla informal con Sujatovich, compartiendo mates y anécdotas cotidianas que ambos encontraron familiares. Inicialmente, grabaron el tema con una caja de ritmos analógica. Además, la introducción musical que da cierre a la canción fue propuesta por Pablo, hijo de Drexler.
Por su parte, Mateo Sujatovich valoró profundamente la experiencia de componer junto a Drexler, destacando el carácter colaborativo y orgánico del proceso creativo.